El Pimpi ocupa un viejo caserón del siglo XVIII, edificado en una antigua calzada romana. Fue en 1971 cuando se convirtió en esta bodega. La bodega tradicional se divide en diferentes salas y patios, cada uno con un ambiente particular que lo hace único.
Su decoración, típicamente malagueña, es el alma de esta bodega, un entorno por el que han pasado por grandes personalidades del mundo de la cultura y arte donde se respira la Málaga del pasado.
Este florido y colorido patio rinde homenaje a una de las artistas más célebres y populares de Málaga, La Repompa. Nacida en el barrio del Perchel y fallecida con tan solo 21 años en 1959.
Sala que ella misma inauguró en una de sus frecuentes visitas a la bodega. Actualmente esta convertida en El Túnel Pimpi, una sala donde puedes degustar las mejores tapas y vinos de la tierra.
Otro de los rincones más conocidos, cuyas paredes están decoradas por fotografías que dan testimonio de los innumerables artistas, escritores y personajes de la vida social que han dejado su huella a su paso por la bodega.
Desde los balcones de esta, podemos disfrutar de unas vistas privilegiadas de la Alcazaba y el Teatro Romano. En el Palomar se celebran las diferentes tertulias literarias que acoge la bodega.
Decorado por los populares barriles, donde se criaban los vinos malagueños procedente de los montes de Málaga. En estas botas de crianza, los visitantes más ilustres han dejado sus firmas y sus dedicatorias.
Recibe su nombre porque fue donde comenzaron las tertulias dirigidas por esta poeta. En él se encuentra el rincón ibérico y un espacio dedicado a los productos de la huerta. Coronado por una fuente barroca, que fue utilizada como abrevadero para las bestias.
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Este salón rinde homenaje a uno de los fundadores de la Bodega. Francisco Campos nació en Córdoba, pero con corazón malagueño. Desde pequeño trabajó en su ciudad natal junto a su padre en Bodegas Campos, lugar que su familia había fundado en 1908, y trasladó ese mismo espíritu a Málaga, fundando El Pimpi en 1971.
La decoración recoge la esencia de la que era su casa, con la plata, la cerámica en las paredes, así como una reliquia antigua de una colcha enmarcada que se refleja a un tapiz que el tenía en su casa de la Virgen de la Fuensanta.
Antiguo despacho del señor Paco Campos, uno de los fundadores de El Pimpi. Este salón hace referencia al alcalde que más años ha trabajado por la ciudad de Málaga. Desde el inicio de su mandato, allá por el 2000, la capital de la Costa del Sol ha experimentado grandes cambios en materia de turismo y cultura, situando a la ciudad como referente nacional y europeo.
Si hay un malagueño conocido en el mundo ese es Antonio Banderas. Actor que ha divulgado la marca España haciendo gala de ser malagueño, contando al mundo las virtudes de su tierra tanto por su gente, el clima o la gastronomía. Persona querida en El Pimpi y que siempre ha colaborado en causas solidarias o culturales, su firma decora El Pimpi desde 1996. El propio Antonio Banderas inauguró el salón el Miércoles Santo de 2016 y desde 2017 forma parte del accionariado de la bodega.